Dado que en varias ocasiones me lo han preguntado, y estoy seguro que es de interés para todos aquellos que no nos conocen (o bien no nos han seguido de cerca), vamos a relataros cómo es un día en la vida de «Fly & Fun».
Lo mejor de la actividad diaria en «Fly & Fun», es que no hay dos días iguales. Y esa falta de rutina, que tiene que existir en ciertos ámbitos de nuestra actividad, como son la preparación y ejecución de nuestros vuelos (y en otras actividades de la escuela), hace aún más atractivo este trabajo, pues nunca me han gustado los trabajos rutinarios (la pregunta es, si hay alguien a quien le gusten los trabajos rutinarios)…
El día suele empezar, si no hay vuelos programados, con la respuesta a los correos recibidos, la actualización y comprobación de las horas de vuelo, y la revisión de los libros de los aviones, para conocer las horas disponibles antes de las revisiones pertinentes, por parte del taller de mantenimiento.
Debemos además rellenar los partes de los vuelos realizados en ese día, o el día anterior, donde anotamos los tiempos de cada vuelo, así como el número de tomas realizadas, y hacérselas llegar al responsable del seguimiento de la aeronavegabilidad (el ingeniero aeronáutico responsable) que se ocupa, a través de una organización llamada «CAO» (Organización de Aeronavegabilidad Combinada), de acreditar ante las autoridades aeronáuticas (AESA), que seguimos escrupulosamente el programa de mantenimiento de las aeronaves, además de hacer todas las directivas indicadas por el fabricante de la aeronave, que se han de cumplir, además del mantenimiento ordinario.
Parte de vuelo rellenado y presentado en el taller de mantenimiento.
Haciendo un inciso al respecto, nuestro programa de mantenimiento establece que nuestras aeronaves han de dejar de volar para revisión cada 50 horas de vuelo; dichas horas se pueden hacer en, aproximadamente, 20/30 días, dependiendo de las condiciones meteorológicas y los vuelos programados; nuestro récord ha sido hacer las 50 horas en 14 días.
Es poco tiempo? Si hacemos números, el avión vuela aproximadamente a unos 200 kilómetros por hora, por lo que 50 horas supone, aproximadamente, 10.000 kilómetros, un número muy similar al de las revisiones de los coches, motocicletas u otros vehículos que circulan por nuestras carreteras…
Tras rellenar los partes de vuelo, revisamos nuestras redes sociales, y hacemos entradas en las mismas, si procede.
Dichas entradas, publicadas en nuestro «Facebook» y compartidas en nuestro «Twitter», requieren en muchas ocasiones un largo proceso de documentación y revisión, que en ocasiones lleva varios días; y si bien a día de hoy no dispongo de tanto tiempo para hacer entradas tan elaboradas como solía hacer (la parte negativa de tener más trabajo : ), es cierto que las mismas han sido la génesis para las secciones «Artículos Fly & Fun» y » Héroes de la aviación», en este blog, donde están las entradas que más me gustan.
Nuestro puesto de trabajo en tierra.
Si por el contrario tenemos vuelos de instrucción, estos requieren toda nuestra atención y dedicación durante gran parte de la mañana o de la tarde, pues un vuelo de una duración de 60 a 90 minutos, requiere, como mínimo, 1 hora de «briefing» con el alumno antes del vuelo; durante el mismo se hace el plan de vuelo, hoja de carga, cálculos de actuaciones del avión, revisión de las condiciones meteorológicas, y si existe algún tipo de restricción que nos pueda afectar (notificaciones conocidas como «Notam», acrónimo de «Notice to airmen»).
Por último, repasamos con el alumno el contenido de la lección de ese día, y se solventan las dudas existentes, si las hay, antes del vuelo.
Después accedemos a la plataforma, donde está estacionada la aeronave, debiendo realizar todos las listas y comprobaciones previas al vuelo, lo que nos suele llevar unos 30/45 minutos.
Y a continuación, empieza el «Fly», y la «Fun»😊
A disfrutar del «Fly & Fun»!!
Sin duda, ésta es la parte que más disfrutamos de la actividad, pues se combinan la pasión por el vuelo, con la pasión por la enseñanza, lo que hace que los vuelos de instrucción sean la combinación perfecta…
Después del vuelo hacemos el «debriefing», de 30 minutos de duración, donde analizamos con el alumno el desarrollo de la clase, pero siempre enfatizando de forma positiva sus aciertos, además de reforzar y recalcar lo que debe hacer para corregir sus errores, para la próxima lección.
Si tenemos clases teóricas con nuestros alumnos del curso de Piloto Privado, que suelen tener lugar por la tarde, debemos preparar adecuadamente la misma, para que el aprovechamiento sea máximo.
Las clases teóricas son otra actividad muy gratificante, ya que enseñamos y compartimos nuestros conocimientos con nuestros futuros pilotos, con la pasión y motivación de darles la mejor y más completa enseñanza posible, tanto en la parte teórica, como en la fase de vuelo.
Nuestras instalaciones para la formación teórica.
Y al finalizar la clases teóricas, se rellena la documentación de cada alumno, incluyendo los partes de asistencia y syllabus de instruccion.
Si no tenemos visitas o llamadas, nos retiramos a descansar y reponer fuerzas, para iniciar, al día siguiente, un nuevo y trepidante día de «Fly», de «Fun», un día de muchas emociones por sentir, y por vivir….